jueves, 4 de agosto de 2011

Llegando a las llagas

Llegando a los labios de ceniza blanda
Llegando a los labios de ceniza blanca
Llegando a los labios de ceniza
Llegando a los labios
Llegando
Llega
Llagando
Llagando los labios
Llagando los labios estoy
Llagando los labios el aire oxidado
Llagando los labios los pensamientos están
Llagando
Llagando
Con estos onirismos
Llegando a los labios gastados
Llagando las venas muertas

Llegando me llagas
Llagando me besas

Llegando brasas me posas
Llagando me desangras

Llegando me quemas
Llagando estás
Llegando despierto
Llagando te vas

Llegando llagas
Llagando llegas

Llegada en llamas me besas
Llagada en llagas me llamas
Llegada en lluvia me mojas
Llagada en llanto me dejaste

jueves, 7 de julio de 2011

Nombres secos, viejos y con sol

Soledad no sabe estar sola.
Soledad grita en agudos.
Soledad se estampa en la pared.
Esa Soledad deja su cráneo en el piso.
Estalla en rayos ultravioletas y queda el eco luminoso en los ojos que gritan por el fuego y la sangre.
Supongo que así son las Soledades y por eso ya no le pondré Soledad a mis perros ni a mi nombre.

lunes, 4 de julio de 2011

Manzana de plasma

Se encontraba recostado en su sillón gozando de su programa favorito y “En el siguiente segmento lo que se dijo de…” y así seguía el televisor diciendo palabras por largo rato. De pronto irrumpió en esa calma una voz que atravesaba las ondas del televisor Lee ésto. Sólo hubo un par de miradas confusas, después de un largo segundo una de las miradas desapareció en el espacio ofuscado Éste quiere que coma de la misma manzana que Eva, ni Adán que fuera.

viernes, 24 de junio de 2011

Sin-fonía

Ven y agita los sonidos que guardan mis caderas
Aguza el oído a las tenues notas que bailan en mi piel
¡Silencio! Que ese recital quiere convertirse en sinfonía
Ven y se el espectador único, haz explotar la música en tus dedos

Calla los silencios pélvicos que no saben de música
Atrapa los sonidos ingenuos entre las curvas del sax
Toca las piezas musicales que yo no conozco
¡Enséñame de música!

Cántame las canciones que yo no sé
Introduce los sonidos lentos en mi cadera
Susurra esas canciones y cántalas de nuevo
Enséñame a cantar que yo también quiero cantar

¡Silencio! Deja que los sonidos se escuchen
Que los sonidos bailen en las paredes del teatro
Y nuestras manos nos deleiten en una sinfonía

Lentas, silenciosas, e inquietas, bailaran en el teatro
las notas invisibles, sensuales y sonoras
Rítmicas, embelesadas y juguetonas

¡Silencio! Ellas derrumbaran el teatro
Y que la sinfonía siga nuestro ritmo
Y culmine con el estruendo en nuestras espaldas
Y con el ruido en nuestras bocas

domingo, 8 de mayo de 2011

Recital (vocalización)

                ...Traigo la poesía en la lengua, cállate, que me vas a escuchar...

domingo, 1 de mayo de 2011

Trueque enfermo

Surgió de entre la agonía y las gotas de dolor que resbalaban por su frente. Ojalá no hubiera sucedido. Todo ocurrió al escuchar las palabras abrumadas y cubiertas de miedo de un hombre: “no quiero que mueras, yo doy mi vida a cambió de la tuya”.

“Cobarde” el ya mutilado eco que rasga sempiterno los muros de la nada.

miércoles, 19 de enero de 2011

Cosas del tiempo y cosas de principiantes


11:40 a.m.
19/enero/11


Y es que nosotros no matamos el tiempo,
el tiempo es quién nos mata.
Nos cruje en los huesos,
se nos mete en las entrañas,
nos desbarata a cada tic-tac.                                                                                            tic…
Cada segundo se consume en nuestro cuerpo.
Y es que no es realmente que exista el tiempo,                                             tac…
sino más bien, son los cuerpos táctiles, los que se desmoronan,                                           .
los que arden, los que se empolvan,                                                                          .
los que se funden en la eternidad, en la nada,
ellos, solos y moribundos los que han inventado las horas, los segundos        .
para saber cuando nos acabará la muerte, la que hay en nosotros,
la que nos deja a la deriva,
para tratar de aproximarnos a nuestro esquelético panorama de vida .                              s
                                            
Es el tiempo, el tiempo, el tiempo que hemos inventado; cuerpo y alma
Ése, el único y real. El único que nos consume, el que derrite nuestro cuerpo,
que lo quema en aras del silencio,
que lo acuchilla con sus tranquilas manecillas,
con su dictador tic-tac.
El único capaz de hacer vagar a las almas
arrancándoles el peso de los cuerpos                                                                                  e
¿Y qué más da? si no es culpa del tiempo sino de los cuerpos
                                               Inocente del tiempo; al que llamamos tiempo.

El tiempo, es capaz de hacer vagar a las almas.
Como aquéllas que andan errantes en el universo,                                                     g
aquéllas para las que el tiempo parece lejano
que andan en busca del sol para saber cuando es día y cuando de noche.
Andan tras del tiempo para poder agotarse, consumir su piel, sus sesos, su ser.      u
Errantes tras eso que llamamos tiempo. 
Tras aquello que no tienen, tiempo.                                                                                   n
Aquel que le envidian a los cuerpos, tiempo.
Tiempo que termina en muerte,                                                                                         d

tras esa esencia putrefacta que nos quema
a la que hemos llamado tiempo y que en realidad es el verdugo de nosotros,                 o
de nuestro cuerpo.
En realidad, tiempo, es sinónimo de muerte,
muerte; la expiración de nuestro cuerpo.
                                                                                                                           
Lo llamamos así para creernos un poco más poderos de lo que somos,
para fingir que podemos matar el tiempo.
Para no sentirnos tan pequeños,                                                                                          s
¡Ah! Para creer que nosotros llevamos el tiempo y no él a nosotros,
que lo portamos en nuestra mano izquierda…
                                                                                                                                             
¿Cómo si de verdad pudiéramos?
¿Cómo si de verdad pudiéramos?

Hacemos la ofensiva pregunta:
…¿Qué tiempo traes?...
            Cómo si fuéramos capaces de portar el tiempo,
                        de añejarlo en un escuálido objeto de un centímetro                 s 
                                 de un centímetro                
                                            de simples manecillas 
                                                                 de sonidos chillantes
Tratando de ignorar que el tiempo lo cargamos en las entrañas                                          
y no en una insignificante medida que jamás se calla.                                                     s

El tiempo se deshace en nuestros dientes,
se nos queda en la piel.                                                                                      .
El tiempo se nos clava en los pensamientos,
se nos va deshaciendo entre las manos.
El tiempo arde en las mejillas.                                                                              .
El tiempo no existe.
El tiempo lo llevamos en nosotros,                                                                                   .
pero ¡ah! ¡Cómo arde el tiempo! 
12:40 a.m.
El tiempo se me queda en los labios, en los dedos.
El tiempo se me clava en la piel. El tiempo se me teje
en las entrañas. Maldito sea el tiempo que no existe.

Gracias por ésto.