Soledad no sabe estar sola.
Soledad grita en agudos.
Soledad se estampa en la pared.
Esa Soledad deja su cráneo en el piso.
Estalla en rayos ultravioletas y queda el eco luminoso en los ojos que gritan por el fuego y la sangre.
Supongo que así son las Soledades y por eso ya no le pondré Soledad a mis perros ni a mi nombre.
1 comentario:
Hola,bellísimas letras desnudan este precioso blog,si te gusta la palabra elegida, la poesía, te invito a mi casa, un placer,es,
http://ligerodeequipaje1875.blogspot.com/
gracias, buen día, besos advenedizos...
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