lunes, 27 de diciembre de 2010

Cuento de hadas

Ella siempre imitando cada cosa que ve. Aquel día entré a la habitación como comúnmente lo hice durante cuatro años, la misma edad que ella tiene. La tórrida escena me pasmó, trague las palabras los gritos y las imágenes, todas ellas huyeron estrepitosamente hacia mis dedos, cada rincón de ellos, convirtiéndose en titubeos reflejados en mis manos, torpes y rígidos. Mis ojos aturdidos no comprendían, sólo y por puro reflejo se abrieron a casi explotar.
 La sangre plagaba cada uno de los rincones y caminaba sigilosamente, hasta la suela de mis zapatos. Clavé la mirada en la causa. "No te preocupes todos vivirán felices para siempre". Esas fueron las palabras de mi pequeña hermana cubierta en la sustancia roja con un gesto de inigualable satisfacción, con su hermosa mirada soñadora.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Melby me encanto tu cuento!!! Esta bien fregoon!!

Qué padre, wii soy tu fans!! jajajajaja

Ha para seguir, le das clic en la imagen del qué te sigue y le das en seguir o también checar mi blog qué es Café con aroma a Verso y seguirme alli, eres bienvenida en él!!

Saludos Melby, te quiero!!

Anónimo dijo...

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